15 de octubre de 2011

Y llegó para quedarse


Multitud de ellos en nuestra profesión están de acuerdo y conformes con su llegada y otros en cambio expresan un rechazo evidente ante ellas. Hablamos del ámbito periodístico y de la influencia de las nuevas tecnologías en este terreno. Como en todos los sectores, siempre existen dos posiciones, dos miradas diferentes ante una postura. Y el periodismo no iba a ser menos. Unos están de acuerdo con su llegada y otros no, pero es la sociedad la que pide el cambio. Cambio como sinónimo de crisis. Por lo que el terreno periodístico tiene que reinventarse para subsistir a la asfixia y con ello los que ejercen tal profesión. De la evolución depende el perfil del periodismo. Esa evolución se denomina convergencia periodística.
La noción de convergencia se une a conceptos como digitalización, interactividad o integración. El avance tecnológico es la clave de la supervivencia del periodismo. No debemos ver Internet o el desarrollo como una amenaza sino como una alternativa aunque supongan una debilidad para algunos. Es bien sabido que el cambio implica miedo pero tendremos que dar el paso como lo damos en otras parcelas. Tal vez el problema no sea los cambios irreversibles que se puedan creer como consecuencia de ello sino que el problema puede que desemboque en la falta de conocimiento o utilización de las nuevas tecnologías.

Una de las claves del éxito es la simultaneidad. La simultaneidad se presenta como un valor añadido, un refuerzo. No se trata de cambiar bruscamente de un método a otro puesto que no existe una fórmula mágica y única para su adopción. Éste es uno de los motivos por los que la simultaneidad cobra sentido.

Es cierto que los medios tradicionales reciben la influencia de los medios digitales pero es improbable que se produzca la desaparición del medio tradicional debido a que funcionan como complementación e incluso la información no es completamente fiable ya que puede ser elaborada por cualquier usuario. Y sobre todo porque somos unas minoría los que tenemos acceso a Internet en relación con toda la población mundial.